Los autónomos/emprendedores, antes de lanzarse a la aventura y empezar a pagar impuestos y tasas por todos lados, han de valorar muy bien su proyecto. En este post vamos a daros unas recomendaciones para que podáis valorar vuestro proyecto lo mejor posible, y así minimicéis los riesgos de fracasar. Os desgranamos en 6 pasos como valorar vuestra idea inicial.

Antes de decidirse a iniciar la nueva actividad, el futuro emprendedor/autónomo deberá analizar una serie de factores clave que le darán las guías para poder detectar si su idea original puede o no tener viabilidad. Con el desarrollo de cuestionarios previos se trata de ver si la persona que va a enfrentarse con la difícil tarea de comenzar un negocio está en condiciones de afrontarlo ya, o si por el contrario debe esperar a madurar su idea o a buscar la colaboración, los medios o el momento preciso para el lanzamiento.

VALORACIÓN DEL PROYECTO: PRIMER PASO, CONDICIONES HUMANAS Y PROFESIONALES

A la hora de confeccionar este tipo de cuestionarios por parte del emprendedor (únicamente deben realizarse para autoestimar su propia posición), deben cuestionarse todas las áreas que a través de la idea original van a configurar la futura empresa que pensamos crear. El cuestionario deberá dar cabida a preguntas relacionadas con la propia figura del emprendedor-empresario tratando de analizar sus condiciones humanas y profesionales para lanzarse a la aventura de la creación de la empresa.

El futuro autónomo-empresario ha de valorar, entre otras, las siguientes:
-su situación personal, su formación, la manera de enfrentarse a los problemas y su capacidad para la toma de decisiones.
-las cualidades necesarias para seleccionar, coordinar y  su capacidad para dirigir equipos y para asumir riesgos.
-sus aficiones y sus propios defectos.
En definitiva, todo lo que afecte a la persona y su capacidad para emprender negocios deberá ser objeto de examen y de evaluación.

SEGUNDO PASO, ANALIZAR EL PRODUCTO O SERVICIO

En un segundo momento deberán cuestionarse los aspectos de tipo comercial referidos al producto o servicio que pensamos ofrecer y al mercado al que queremos dirigirlo. Debemos analizar nuestra capacidad para elaborar un plan comercial. A continuación hay  que analizar el potencial de la demanda en el segmento de mercado en el que pensamos implantar. Estudiaremos la parte de la referida demanda que es cubierta en la actualidad por las empresas existentes. El estudio de la competencia deberá complementarse con la determinación de las cuotas de mercado para cada uno de los productos o servicios que pensamos ofertar.

Seguidamente se pasará revista al producto y a la clientela potencial. En lo referido al producto se considerará cada una de las características que lo configuran. Analizaremos sus componentes, sus precios y las fuentes de obtención de las materias primas necesarias para su elaboración. Estudiaremos los diferentes niveles de calidad así como su posterior presentación final. También debemos tener en cuenta los canales de distribución que pensamos utilizar para acercar el producto o servicio a nuestros clientes. Respecto de estos potenciales clientes deberíamos cuestionarnos si tenemos un conocimiento claro de sus gustos y preferencias, de su poder adquisitivo, de su ubicación geográfica, del grado de cobertura de su demanda con la oferta de los productos o servicios existentes en la actualidad.

TERCER PASO, LA UBICACIÓN

Deberemos analizar a continuación la ubicación más conveniente para nuestro futuro negocio así como la existencia de subvenciones.

La proximidad a las fuentes de obtención de las materias primas, la infraestructura y las comunicaciones existentes en cada zona, las ayudas oficiales y locales para implantarse en determinadas comarcas y las necesidades de espacio para la fabricación y el almacenamiento de nuestros futuros productos serán cuestiones a tener bien presentes.

CUARTO PASO, PERSONAL

En un siguiente estadio deberemos concretar el número de personas que necesitaremos en un principio para iniciar nuestra actividad. Estudiaremos sus características profesionales, de formación y sus cualidades humanas. Veremos la posibilidad de contar con esas personas en el momento en que las necesitemos y estableceremos al mismo tiempo un organigrama funcional para establecer las necesidades y las actividades de cada puesto.

QUINTO PASO, CAPITAL NECESARIO

Una vez decidido cuál va a ser el producto o servicio a oferta y cuál es nuestra clientela objetivo, diseñado el plan de fabricación y el plan comercial, y solventadas nuestras previsiones de personal necesario para el inicio de las actividades, estableceremos una cuantificación de los medios económicos necesarios para proceder al arranque. El capital necesario para el comienzo y el dinero preciso para financiar los primeros pasos va a obtenerse de tres fuentes principales:
a)las aportaciones de los promotores
b)las ayudas oficiales
c)el endeudamiento bancario.

Para obtener ayudas de organizaciones oficiales, y para poder acceder a la obtención de préstamos y créditos de las entidades financieras, deberemos confeccionar un plan del negocio que pensamos desarrollar, en el cual se demuestre su viabilidad futura tanto técnica como económica.

SEXTO PASO, FORMA JURÍDICA

Llegados a este punto, el siguiente paso que debemos plantearnos es el relativo a la forma jurídica que pensamos dar a nuestra nueva empresa. Deberemos tener un conocimiento claro de las ventajas e inconvenientes que representan cada uno de los diferentes tipos de sociedades posibles, así que como de las exigencias de tipo legal financiero y contable que las mismas suponen.

Una vez elaboradas y cumplimentar las todas estas cuestiones estaremos ya en condiciones de considerar el grado de madurez de nuestra idea original y la viabilidad del negocio que pensamos emprender. Debemos ser consecuentes y conscientes de que en cada oportunidad y en cada detalle de nuestra actividad diaria debemos estar siempre dispuestos a aprender para emprender. Este objetivo condicionará el éxito o el fracaso de nuestra aventura innovadora.