Hablamos de los micro-influencers por su expresión en inglés, o simplemente, gente anónima sin muchos seguidores en las comunidades pero con seguidores leales que interactúan con ellos, son una herramienta cada vez más utilizada por las marcas.

En 2016 empezó a realizarse la interacción de las marcas con pequeños influencers. En vez de entrar en contacto con influencers de primer nivel para publicitar sus marcas, estas comenzaron a entrar en contacto con individuos de bastante menor nivel.

La iniciativa es simple, pero a la vez revolucionaria, ¿qué es preferible, tener un influencer con millones de seguidores o tener numerosos influencers de menor tamaño pero con seguidores fieles y con interacción?

Un influencer de primer nivel acostumbra tener entre 10.000 y 100.000 seguidores o inclusive más.  LLeva a cabo propaganda de numerosas marcas y el porcentaje de individuos que interactúan con él nos tan prominente como con otros usuarios normales. A esto hay que agregar que las tarifas de estos mega influencers es más elevada que la de un influencer anónimo.

Por el contrario un pequeño influencer tiene unos pocos centenares de seguidores, sí, pero muy activos y totalmente reales. No acostumbra llevar a cabo propaganda de otras marcas, por lo menos por el momento, y desde luego, cuesta bastante menos que un influencer reconocido.

Con estos mimbres se anunció un reporte el último año (Markerly) en el que se expone que estos microinfluencers son igual de importantes para las marcas, o más, que los influencers de primer nivel.

Un estudio de Markerly detalla que los micro-influencers son muy importantes y que las marcas tienen que tener en cuenta la utilización de «gente normal» en las redes sociales aplicados a la promoción de productos en vez de mega-celebridades.

El estudio constató algo lógico y que todos sabemos:  A mayor número de seguidores la relación entre el influencer y sus seguidores cae, llegando a ser unidireccional. Esto es la antítesis de una comunidad.

Lo más interesante de un influencer no es que tenga millones de seguidores, si no que lo que dice sobre una marca sea comentado por los seguidores. Si el influencer se restringe a cobrar y publicar sus tuits programados con el eslogan de la marca algo se está perdiendo por el sendero.

¿Cómo las empresas pueden tener una buena relación con los micro influencers?

Lo primero que debemos tomar en cuenta es que un mega influencer, un influencer de primer nivel, es como una compañía, vive, por lo menos en parte, de sus redes. Por consiguiente, acostumbran tener agentes de marketing o representantes que les llevan todos estos asuntos.

Por el contrario, estos influencers de menor tamaño son personas anónimas, por lo cual la forma de tratar con ellos ha de ser radicalmente diferente.

  • Personaliza el mensaje. Los micro influencers son personas de la calle como hemos dicho antes.Es muy importante que la marca haga entender a los micro influencers que valora su trabajo. También es muy importante que la marca explique al influencer su perspectiva sobre el mercado en el que trabaja y bajo que valores lo hacen. Es fundamental que se sienta como un engranaje más de la parte de marketing digital de la empresa.
  • Aprovecha el volumen y trabaja con numerosas personas. Sería un error dejar de trabajar con un megainfluencer y empezar a trabajar sólo con un micro influencer. Uno de las razones por las que se empezó a trabajar con estos influencers es porque se tiene la posibilidad de tener numerosos de ellos.
  • Expresar de forma precisa los valores a dar a conocer. Si deseas que hablen de tu marca primero has de contar de forma comprensible cuál es tu marca y de qué trata.