En la anterior entrada hablábamos de que los autónomos y micro empresas siguen teniendo problemas de financiación. Estos problemas de financiación pueden dar lugar a problemas más o menos puntuales de tesorería, esto es, no poder hacer frente a los gastos más inmediatos.

Cuando un autónomo o microempresario se enfrenta a este tipo de situaciones, lo más normal es que intente solventar estos problemas a corto plazo, lo que solemos conocer como «tapar agujeros».  Este planteamiento, si no está bien analizado, puede agravar la situación de la empresa. No en vano, si no tienes dinero ahora, ¿de qué manera piensas devolverlo en el futuro?

Sin embargo, no todo está perdido y en muchas ocasiones es posible encontrar soluciones financieras para solucionar esos problemas puntuales de liquidez.

Para solucionar ya tu problema de tesorería

Si necesitas solucionar tu problema de tesorería de forma urgente, y este no es de una cuantía muy elevada, una buena forma de hacerlo es recurrir a los créditos rápidos. Mediante éstos, se puede obtener una pequeña cantidad de dinero en muy poco tiempo. Ante situaciones de extrema necesidad de liquidez no hay nada más rápido.

Es un producto que puede ser muy útil cuando tienes necesidades puntuales de liquidez, por ello las cantidades prestadas no son muy grandes y el plazo de devolución es corto. Por ejemplo, en ¡QuéBueno! ofrecen hasta 300 €, o 900 € si ya has solicitado otros anteriormente y los has devuelto según los plazos acordados, y el dinero lo entregan en menos de 15 minutos.

Como vemos, son productos pensados para situaciones específicas, pero también para tener una solución muy rápida.

Otras opciones aunque algo más lentas, pueden ser el descuento de efectos, adelanto de facturas u otros métodos de financiación tradicional. Estos métodos son también tremendamente útiles, pero requieren de un plazo mayor para obtener el dinero.

Para evitar que vuelvas a tener problemas de tesorería

Si lo que quieres es dejar de tapar agujeros y solucionar de verdad tus problemas de tesorería deberías realizar, al menos, estas acciones.

  1. Analiza tus flujos de caja. Suele decirse que «el beneficio es una opinión, el flujo de caja es un hecho». Una empresa con grandes beneficios pero que tenga flujos de caja bajos tendrá siempre problemas de financiación. El cash flow o flujo de caja es esencial para todos los negocios. Y es que si una compañía se queda sin liquidez y no es capaz de lograr nuevos ingresos, la insolvencia financiera puede llevarla a la quiebra.
  2. Supervisa la tesorería de tal manera que visualices de manera diaria los flujos de caja, las ventas y los cobros. El negocio de una empresa no está en facturar, el negocio está en cobrar. La cuenta de resultados y la tesorería reflejan dos realidades distintas, pero si me apuran, la cuenta de resultados tiene en cuenta parámetros ajenos a los cobros y los pagos. La tesorería refleja el verdadero estado de la empresa.
  3. Conoce a tus clientes para establecer una política de cobros adecuada.  Si conoces a tus clientes se reducirá el peligro de impagos puesto que vas a poder establecer una política de cobro adaptada a ellos. Con los clientes que mantengan deudas hay que tratar siempre de que esta se reduzca.
  4. Negocia bien con los distribuidores, pues ellos pueden darte una buena financiación. Si un proveedor te ofrece, por ejemplo, pago a 30 días, y tú cobras a los clientes al contado, estás obteniendo una financiación a coste cero por parte del proveedor.

Por tanto, siempre deberemos solucionar los problemas de tesorería antes de que aparezcan, pero si necesitas solucionar un imprevisto o un problema urgente de tesorería, los créditos rápidos son tu mejor opción.